El árbol en invierno.



El árbol en invierno.


      Esta es la época de la regeneración oculta. La niebla flota sobre el suelo. En los campos se forma escarcha.

    El árbol está inmóvil. Se alza solo y tranquilo. En la oscuridad del amanecer, la naturaleza duerme. No hay movimiento en el aire, ninguna señal de temblor en las ramas. El árbol está silencioso en la oscuridad como una piedra.

   Un sonido distante rompe la tranquilidad. Los primeros rayos de luz del día avanzan sobre la tierra. La sombra del árbol se mueve con el amanecer, pero el árbol está inmóvil.

   La tierra de debajo del árbol está helada. La corteza está fría, las ramas están rígidas. Un caminante podría preguntarse si el árbol vivirá en primavera.

   Pero por debajo del suelo la tierra es cálida. El peso de todo el árbol desciende a las raíces, que son indiferentes al suelo helado, crecen hacia el centro de la tierra.

    El árbol no tiene miedo. Había sido una semilla: sabe que la tierra lo sustenta. En su corazón se forma un anillo vital. Alrededor de su columna vertebral, surge una nueva vida que proviene de la tierra, mientras los copos de nieve caen sobre el árbol inmóvil y silencioso.


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